“Los falsos ídolos.” UCDM

Los falsos ídolos son todos aquellos a los que nosotros conferimos el poder de hacernos felices, todo aquello perteneciente al mundo irreal y de las formas que permitimos que condicionen nuestro estado de ánimo. Un sobresaliente en las notas de mi hijo puede darme una cierta satisfacción, pero si la ausencia de ese sobresaliente me arruina el día, eso es un falso ídolo. Si mi novio me regala una rosa, bien, pero si no lo hace y eso me hace infeliz, eso también es un falso ídolo. Si todas mis expectativas de felicidad están puestas en tener pareja, ganar dinero, poseer un coche mejor y que mi equipo favorito gane la Liga, mi sufrimiento está garantizado, puesto que estoy supeditando mi felicidad a sucesos y personas sobre las que no tengo ningún control.

 

Pero no olvidemos que al ego le encanta intentar controlar aquello que no puede ser controlado. Eso le da poder para seguir juzgando, rebelándose, enfadándose, defendiéndose y atacando. El ego no quiere que nada cambie, y ante los cambios constantes del mundo de las formas, siempre tiene algo que decir, algo que le permita tener razón y no ser feliz, algo que posibilite que siga juzgando, separando así a los que son juzgados. “Yo soy bueno y tú no, porque esperaba esto o aquello de ti y no lo has cumplido”.

Todas estas relaciones sobre las que tejemos esas expectativas, UCDM las llama relaciones especiales. Y a través de ellas, o mejor dicho, a través de lo que esperamos de ellas, vamos proyectando nuestros miedos, nuestra culpa y nuestra separación, construyendo una falsa imagen de nosotros mismos a través de lo que hacen o no hacen por nosotros los demás.

Si yo no me quiero a mí mismo, proyectaré que mi pareja no me quiere lo suficiente, y mi pareja se encargará de recordarme con sus actos una y otra vez aquello que pienso de mí. Si mi mayor terror es que mi hijo repita curso, y proyecto ese terror juzgándole constantemente y no dejándole en paz, lo más probable es que eso ocurra. Y aunque no ocurra, para mí habrá ocurrido una y otra vez. Puesto que cada vez que elijo el sistema de pensamiento del ego y me pongo a juzgar y a interpretar el hipotético futuro de mi hijo, estoy viviendo y reviviendo una situación que, aunque falsa incluso desde el punto de vista del pensamiento dual, yo la vivo como real y la sufro cada vez que pienso en ella.

Cuando hablamos de las relaciones con nuestras hijas e hijos hay ciertos temas que parecen tabú, que tocan principios tan fuertemente arraigados en el sistema de pensamiento del ego, los cuales están sostenidos en prejuicios de fuerte arraigo social, cultural e incluso ético. Estos principios y prejuicios son los que a menudo usamos como pilares para no dejar de ser guardianes de nuestro sistema de pensamiento. A menudo tengo la impresión de que mis estudiantes “hacen un paréntesis” en lo que respecta a sus hijos e hijas respectivos y están tan mediatizados y dominados por ciertos esquemas de pensamiento tan profundos que les impiden aplicar los principios y el trabajo de UCDM a esta parte tan importante y cotidiana de la vida en el mundo de las formas.

Extracto curso Relaciones Santas

Redacción Instituto Draco

www.institutodraco.com

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